Joel, el autor de este cuento tiene una imaginación desbocada, mucha gracia para contar las cosas, capacidad para la fábula y una notable afición al Gore. El final de la historia es mundial.
Erase una vez un niño que no tenía amigos. Un día paseó por la ciudad y notó algo extraño. Fue a su casa, no había nadie. Su madre le dijo que iba a ir al Simpli, su padre de viaje y sus abuelos en Canarias.
Se fue al parque y notó algo extraño. Fue a la cama. Eran las diez y media y cada noche oía aullidos. Al día siguiente decidió decidió explorar ese extraño aullido. Eran las diez y media justo cuando oía el aullido. Siempre encontraba ropa que se parecía a la de su padre. A la noche siguiente fue más pronto. Iba más asustado que un ratón al lado de un gato. Encontró huellas de un lobo enorme y allá estaba... ¡Un hombre lobo!
Claro, el niño se fue corriendo. A la noche siguiente le atrapó con una red y al día siguiente... ¡Papa!(sic) Él era el hombre lobo. Al día siguiente Kevin, el fan primero de la leyenda, y el niño fueron a una tienda de caza y compraron balas de plata. Kevin dijo:
-"solo nos falta un rifle".
Y dijo el niño:
-"no hay problema. Mi papa(sic) tiene uno.
Por la noche ataron a su padre, se convirtió en lobo. Kevin le pegó un tiro. Desde aquel día el niño tuvo muchos amigos.
JOEL S.D.
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no me ha gustado mucho eso de matar ha tu padre
ResponderEliminarNo mata a su padre,lo libera del hombre lobo
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